¿Qué es el síndrome de la articulación facetaria?

Cuando pensamos en nuestras articulaciones, son las más grandes las que nos vienen a la mente: caderas, rodillas y hombros, por ejemplo. Dependemos de ellos para que nos mantengan en movimiento, pero generalmente no pensamos en ellos a menos que no estén funcionando bien.

Sin embargo, tenemos otras articulaciones que son igualmente importantes para nuestro bienestar, aunque por lo general no somos conscientes de que existen. Se denominan articulaciones facetarias y se localizan en la parte posterior de la columna vertebral.

ANATOMÍA DE LA ARTICULACIÓN FACETARIA: ¿QUÉ ES UNA ARTICULACIÓN FACETARIA?

Cada vértebra tiene dos articulaciones facetarias, una a cada lado de la columna vertebral. Son las articulaciones responsables de la estabilidad y flexibilidad de la columna vertebral y hacen posible que usted se doble y tuerza.

Las articulaciones facetarias de cada zona de la columna vertebral tienen un ángulo y una forma diferentes en cada región de la columna vertebral: cervical, lumbar y torácica. Cuando están sanos, son amortiguados por el cartílago, lo que les permite moverse suavemente unos contra otros y son lubricados por el líquido sinovial para evitar el desgaste.

Como cualquier articulación, sus articulaciones facetarias están sujetas a lesiones o dolor. Cuando estas articulaciones se vuelven dolorosas e hinchadas, el resultado se llama síndrome de la articulación facetaria.

Las articulaciones también pueden lesionarse; la rigidez de las articulaciones facetarias se denomina hipomovilidad; el movimiento excesivo de las articulaciones se denomina hipermovilidad. Las articulaciones facetarias también pueden bloquearse en su lugar, impidiendo el movimiento en la dirección opuesta.

El síndrome de la articulación facetaria generalmente se puede atribuir a la combinación de lesión, presión excesiva y envejecimiento. Los discos en la columna vertebral pueden degenerar y colapsar, afectando la alineación de las articulaciones facetarias. La desalineación desgasta el cartílago, que finalmente se destruye, junto con el líquido sinovial lubricante, dejando el hueso rozando el hueso.

Los problemas de las articulaciones facetarias son causas comunes de dolor en el cuello, la espalda y la columna torácica. En general, el 55% de las personas con síndrome de la articulación facetaria presentan dolor en la región cervical (cuello), mientras que el 31% tiene problemas en la zona lumbar (espalda).

SÍNTOMAS DE DOLOR EN LAS ARTICULACIONES FACETARIAS

Desafortunadamente, la inflamación de la articulación facetaria puede confundirse con otras afecciones. En la región cervical, los síntomas pueden ser similares a los de una hernia discal o un desgarro del músculo espinal. Los problemas abdominales y los problemas del cuello también pueden imitar los síntomas de los problemas de las articulaciones facetarias, por lo que es imprescindible un diagnóstico cuidadoso.

Los síntomas de los problemas de la articulación facetaria pueden incluir:

  • Episodios agudos e intermitentes de dolor en las regiones lumbar o cervical de la columna vertebral que ocurren varias veces al mes o al año;
  • Más incomodidad al inclinarse hacia atrás que hacia adelante;
  • Dolor en la parte baja de la espalda que se irradia a través de los glúteos y la parte posterior de la parte superior de las piernas, pero no en la parte frontal de las piernas o debajo de las rodillas;
  • Dolor en los hombros y en la parte superior de la espalda que no afecta a los brazos ni a la parte baja de la espalda; y/o
  • Puntos de dolor por encima de las articulaciones facetarias y pérdida de flexibilidad de los músculos de la columna vertebral.

Si usted tiene el síndrome de la articulación facetaria, puede tener dificultades para doblar o torcer la columna vertebral. Los problemas con las articulaciones facetarias del cuello pueden hacer que sea difícil girar la cabeza a la izquierda o a la derecha, mientras que los problemas con las articulaciones facetarias de la espalda pueden hacer que sea difícil levantarse de una silla. El síndrome de la articulación lumbar también hará que sentarse y viajar en un automóvil sea un reto.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

El síndrome de la articulación facetaria será diagnosticado por su médico basándose en sus síntomas, sus antecedentes, un examen y pruebas: una radiografía, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM). Su médico probablemente lo referirá a una clínica de fisioterapia para que le ayude a rehabilitar sus articulaciones, restaurar su rango de movimiento y aliviar su dolor.

Su tratamiento de fisioterapia generalmente incluye un curso de ejercicios para restaurar el movimiento, la fuerza y la flexibilidad, junto con un masaje de tejidos blandos; la acupuntura también es una forma de aliviar el dolor localizado. Potencialmente, también se recomendará la tracción espinal y la manipulación de las articulaciones.

Su médico también puede sugerir medicamentos antiinflamatorios no esteroides para aliviar el dolor rápidamente y recetar relajantes musculares. Si el dolor continúa, su médico puede darle una inyección de esteroides para un alivio temporal.

PREVENCIÓN

Aunque el síndrome de la articulación facetaria es parcialmente una consecuencia del envejecimiento, es posible tomar decisiones de estilo de vida que reducen la probabilidad de desarrollarlo a medida que envejece. En opinión del fisioterapeuta Miguel Peña, haciendo ejercicio regularmente, manteniendo un peso saludable, comiendo una dieta nutritiva, practicando una buena postura y evitando el consumo excesivo de tabaco y alcohol, usted puede desacelerar las fuerzas que lo causan.