El Pilates aéreo es una nueva modalidad que nace de la necesidad de ampliar modalidades del Método clásico de Joseph Pilates. Si bien es cierto que las terapias en suspensión datan de los romanos, es en el terreno clínico (fisioterapia especialmente), donde más se trabaja con estas técnicas: Poleas, suspensiones… demostrando absolutamente su beneficio respecto a otras terapias.
En la actualidad, son múltiples los sistemas que están dedicados a la suspensión. Las nuevas corrientes lo están enfocando al ámbito deportivo, siendo varias las casas comerciales que trabajan en ello (TRX®,Redcord®), y lejos de las modas, se hacen obvios los resultados y beneficios que está provocando la suspensión frente al entrenamiento clásico.
Qué decir acerca de la suspensión en el método Pilates. Si ya el Método, tiene sus principios básicos fundamentados alrededor de la musculatura estabilizadora, el hecho de la realización de los ejercicios, sobre la suspensión, casi inhibe por completo a los movilizadores. Sin contracción del transverso, el ejercicio en suspensión es inviable. No sólo nos aseguramos una buena técnica a la hora de ejecutar el método, sino que garantizamos una mayor y más rápida potenciación de toda nuestra faja toracolumbar, lo que luego nos llevará a una mejor ejecución en suelo.
Además, este sistema, debido a su confección, permite una absoluta realización de casi el 80% de los ejercicios descritos en máquinas de Pilates. Ya sean sobre reformer, Cadillac, chair o barrel, son todos emulables con el columpio de Pilates.
Ni que decir tiene además, que la novedad que esto crea en nuestro gimnasio o centro, hace que aumente la motivación deportivo-terapéutica sobre el usuario, lo que nos lleva a unos mejores resultados a todos los niveles, tanto terapéuticos, como deportivos, emocionales… Se produce un aumento de tono en la musculatura estabilizadora, aumento de la estabilidad, centralización del eje de la gravedad, mayor quema calórica y más liberación de endorfinas.