Cuando una persona obesa decide perder peso recurre a endocrinos, nutricionistas y dietistas, pero se olvida del apoyo psicológico. La primera condición para adelgazar es tener ganas de cambiar los malos hábitos alimentarios y estar muy motivado/a, porque los malos hábitos no se cambian fácilmente. Precisamente porque requiere un trabajo personal y la implicación directa del paciente, el apoyo psicológico es básico.
Si fuera fácil, las personas con sobrepeso y obesidad, que normalmente han empezado mil dietas que no les han funcionado, porqué las han abandonado en el momento que se han cansado o estancado de peso, no necesitarían acudir a los especialistas del sobrepeso. Con el apoyo psicológico, las personas pueden aprender a modificar sus malos hábitos, reducir el nivel de ansiedad que muchas veces es la causante de que comamos mal y en desmedida, y cambiar el estilo de vida, para aprender a comer sano, disfrutando.
En Clohed Cirujanos, espcialistas en cirugía de la obesidad prestan especial atención a esa parte paralela del tratamiento y por ello cuentan con un gabinete psicológico que vela por el estado anímico del paciente obeso. En función de las necesidades de cada paciente, se buscan soluciones personalizadas mediante estrategias cognitivas, emocionales, conductuales o situacionales.
ALTERACIONES DE LA IMAGEN CORPORAL
El culto al cuerpo que impera actualmente influye en la concepción que tienen las personas sobre sí mismas. La insatisfacción corporal es muy frecuente cuando el aspecto físico se aleja de los cánones actuales de belleza, y las personas con sobrepeso y obesidad, tienden a menospreciarse físicamente. Ellos pueden percibir su imagen corporal como poca agraciada y sentirse objeto del desagrado de los demás. Con la ayuda psicológica se pueden abordar muchos aspectos para mejorar la autoestima, el sentimiento de rechazo social, la tristeza que suele acompañar dicho rechazo, etc.
La comida es una necesidad pero también un gran placer, por ello muchas veces confundimos el hambre con la gula. Los trastornos alimentarios que suelen padecer las personas obesas, son:
- atracones
- bulimia
- picoteo entre horas
- comer a media noche
- desmesura en la cantidad y el tipo de alimentos
Todo ello, se puede cambiar con la ayuda del psicólogo.
EL PELIGRO DE LA ANSIEDAD
Todos hemos experimentado ataques de ansiedad, y sabemos que cuando estamos nerviosos, angustiados o ansiosos, los hábitos se alteran. Dormimos peor, nos cuesta conciliar el sueño, abusamos del tabaco u otras substancias (en el caso de padecer alguna adicción), y comemos peor. A algunos, se les quita el apetito y a otros se les “abre”. La ansiedad se manifiesta en algunas personas de forma exagerada y les puede conducir a una ingesta desmesurada de los alimentos.
Y muchas de estas personas van de un extremo a otro y pasan de descontrolarse con las comidas a seguir dietas muy estrictas.
EL PAPEL DEL PSICÓLOGO EN TRATAMIENTOS DE OBESIDAD
Los obesos establecen una relación con la comida no fundamentada únicamente en el hambre, sino también en el placer. La figura del psicólogo es tan importante en el tratamiento de la obesidad, como la del médico, dietista o cirujano bariátrico. El psicólogo es el profesional que ayuda al paciente a reducir los niveles de ansiedad, que le motiva y enseña a fortalecer el autocontrol para que éste pueda ser constante en el seguimiento de los regímenes alimenticios.