Las personas se vuelven demasiado críticas e hipersensibles cuando se enfrentan a altos niveles de estrés y a una crisis. Es totalmente comprensible. Muy a menudo sus reacciones son difíciles de comprender y hay que reconocer las señales y respetar el espacio personal de las personas que se enfrentan a estas situaciones.
Cuando estas situaciones adquieren un carácter social, la sensibilidad ante los comportamientos anómalos es aún más crucial. Y esta es la situación a la que se enfrenta el mundo hoy, con el COVID-19. Todos estamos inseguros de lo que nos deparará el mañana. Cuando se pide a las personas que se queden en casa, trabajen desde casa y, en general, se mantengan alejadas de los demás, tendemos a recurrir a nuestras necesidades básicas, como necesidades fisiológicas y de seguridad. El estado de ánimo de las personas se transforma en gran medida en estos estados y cualquiera que intente seguir comercializando sus productos y servicios frente a esta transformación debe darse cuenta de que no es «lo de siempre». Las personas recibirán y evaluarán los mensajes que se envíen de una manera muy diferente a la que normalmente lo harían, señala la Asesoría Granada Juan Bautista.
Por lo tanto, mantener la conciencia de la mente de la gente es clave. Si usted «desaparece» durante la crisis, será difícil que vuelva a participar cuando las cosas vuelvan a la normalidad. Pero hay que ser muy sensible. Entonces, ¿cómo puedes mantenerte presente en la mente de la gente sin crear una reacción negativa que pueda afectarte mucho después de que la crisis haya pasado.
Para empezar, aquí están mis consejos:
No se muestre como alguien que intenta aprovecharse de una mala situación – esto afectará a su credibilidad y fiabilidad a largo plazo.
Sea un promotor de la comunidad y el apoyo: ofrezca cosas de valor porque es lo correcto, no porque «me dará algo a cambio». Encuentre cosas que pueda dar a su comunidad porque son valiosas para ella.
Proporcione activamente información valiosa que pueda posicionarle como un recurso bien informado y fiable. Cita fuentes respetadas si es necesario, no «algo que he visto en las redes sociales».
Comprueba cómo están tus vecinos, amigos, clientes e incluso clientes potenciales para estar «presente», aunque no siempre puedas estar allí físicamente: el simple hecho de saber que alguien está pensando en ellos puede ser lo que necesitan en ese momento.
Intente encontrar algo nuevo, de valor, para compartir. Pida a sus colegas y amigos que participen en el espíritu de buena voluntad y verdadera vecindad.
La gratitud en primer lugar, las decisiones en segundo lugar: Tómate un tiempo para entrar en un espacio mental que favorezca la toma de decisiones. Para ello, averigua qué es lo que te funciona. Puede ser meditar, dar un paseo, hacer ejercicio, incluso tomarse un tiempo para sentir realmente las emociones (piense en un niño que se echa a llorar; los adultos no somos tan diferentes). A continuación, fíjate en lo que puedes agradecer. SÓLO ENTONCES mira los retos y las decisiones que tienes que tomar. Según mi experiencia, descubrirás que tu cerebro piensa de forma diferente, más creativa, y dará mejores respuestas.
Comunícate y mantente activo: No ha habido ningún otro momento en la historia en el que tanta gente tenga que prestar tanta atención. Comunícate con regularidad, demuestra que sigues siendo una empresa en marcha. Comienza y mantén la compasión y la conexión. Este es el momento de dar e invertir en el crecimiento de la marca (una marca es lo que la gente piensa de ti).
Utiliza tu red para hacer crecer tu red: Hay mucha atención en línea. Y hay mucho que consumir en línea. Pon un pequeño impulso en tus publicaciones para que tus clientes y antiguos clientes lo vean. Si tienes una lista de clientes lo suficientemente grande, utilízala para crear un público personalizado en Facebook o un público coincidente en LinkedIn. Si tu contenido es relevante, tus clientes son los que más probablemente participarán y compartirán, aumentando tu alcance. Como mínimo, te mantendrá en la cima de la mente de los clientes existentes.
Un gran pedido: Hay un gran pedido al que la mayoría de las pequeñas empresas deberían aspirar: Las reseñas en línea. Es una petición sencilla: «Oye, nos vendría bien algo de ayuda; si tienes tiempo, déjanos una reseña en…». Haz una lista en todos los sitios en los que tienes presencia. Google, Facebook, Yelp, Houzz, Homestars… en todas partes. En cuanto a LinkedIn, mi táctica favorita para un negocio basado en las personas y los servicios es enlazar directamente a mis empleados con este mensaje: «Si algún miembro de nuestro equipo te ha impresionado especialmente durante su participación en tu proyecto, sería estupendo para su carrera tener una recomendación en LinkedIn». No sólo es un gran impulso para tu empleado, sino que consigues más pruebas de tu impresionante equipo cuando vas a buscar nuevos contratos.
Sé creativo: Todo el mundo te recomienda que aumentes tu presencia online. Sí, hazlo, y sé creativo. Piensa en divertirte, en mostrar tu personalidad y la de tu equipo. ¿Se ajusta a su marca? ¿Cómo puede encajar con tu marca? Recomiendo a todo el mundo que empiece a jugar con Tik Tok: hay una gran cantidad de creatividad en esa plataforma ahora mismo. Tik Tok te dará algunas ideas sobre cómo crear contenido atractivo para otras plataformas.