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El postoperatorio
La hospitalización es de uno o dos días. dependiendo de cómo se encuentre el paciente.
El taponamiento se retira a las 36 horas y la escayola, a los 12 días.
Durante los primeros días se administra algún antibiótico para prevenir las infecciones, que son muy raras. También se pueden tomar calmantes si se tienen demasiadas molestias.
No se produce dolor, pero es un poco molesto durante los primeros días, en los que se tiene cierta dificultad para tragar.
El mayor inconveniente es que hay que respirar por la boca mientras se tiene puesto el taponamiento. Sin embargo, se puede comer lo que se quiera a partir de las 8 o 10 horas.
Es normal que se produzcan algunos cardenales, que desaparecen por sí solos a los 10 o 12 días.
La inflamación no es muy exagerada. Lo normal es que cuando se quita la escayola, se pueda salir a la calle.
A parte de esto, no es preciso observar ninguna otra norma. Ni siquiera dormir con la cabeza en alto. Solo hay que evitar los golpes en la zona operada.
Resultados y complicaciones
Las complicaciones: Son practicamente inexistentes, aunque en un porcentaje bajo puede ser necesario un retoque, que se realizará con anestesia local. Hemos de tener en cuenta que se trabaja sobre una materia orgánica y viva, que está sujeta a alteraciones.
El resultado: No se puede constatar hasta que no hayan transcurrido algunos meses, incluso un año. Lo importante es que la nariz no llame la atención, sino que se integre plenamente en el contexto general de la cara, produciendo un conjunto armónico y agradable, sin que se note que ha sido intervenida.
Para más información: Ponte en contacto con la clínica de cirugía estética Granada Salus, especialistas en rinoplastia Granada.